lunes, 9 de noviembre de 2009

Principio de una larga historia

Puede que no os lo creáis pero en una esquina del mundo quizás muy lejana o muy cercana hay alguien tan parecido a ti que ni tu madre os distinguiría, tan parecida que incluso os gusta el mismo color para los calcetines, y nosotros, como siempre intentamos ponerle nombre a todo lo que vemos y oímos, lo llamamos alma gemela. La verdad yo nunca creí en esas tonterías hasta que me contaron esta historia, tan extraña que me hizo replantearme la vida de una nueva forma, de una manera que podríamos denominarla mágica, aunque quizás solo fue una casualidad de esta extraña vida quien sabe... Bueno mejor que convenceros con estas palabrejas de que la magia existe, os cuento esta historia tan curiosa y extravagante...
Todo comenzó hace unos veinte años en un pequeño hospital de Sevilla llamado virgen del rocío en dos habitaciones distintas nacieron dos niñas distintas, con padres distintos, abuelos distintos, caras distintas... Y así podría seguir enumerando hasta quedarme sin letras...
Cuando sus respectivos padres llegaron a sus casas estos llegaron a la conclusión de que un pequeño piso no le bastaba para educar a sus respectivas hijas y estos padres fueron buscando casas por toda Sevilla. Estos padres dieron unos piso muy bien de precio y que casualmente estaban el uno al lado del otro. ¡Que casualidad! Direis. A las 2 semanas ya estaban decorando la nueva habitación de las niñas. Y así las niñas crecieron siempre la una al lado de la otra y a la vez tan separadas, tenían nombres distintos a una la llamaron Clara y a la otra Sonia. Nombres bastante comunes, los padres de las niñas se conocieron y se llevaron muy bien. Las niñas fueron criadas como hermanas, aunque ellas, se odiaban a muerte, Clara tenia dos hermanos mayores mellizos curiosamente un chico de pelo castaño y una chica de pelo rubio, en cambio Sonia tuvo 2 hermanos pequeños también mellizos curiosamente el chico moreno y la chica rubia. Si, demasiadas coincidencidencias para una simple historia que acaba de empezar pero avisados quedan de que si no creen en estas pequeñas coincidencias mejor dejen de leer por que esto como acabo de decir, aun acaba de empezar.
Las chicas no parecían iguales a simple vista pues Clara era una chica rubia con ojos verdes. Y Sonia era morena con los ojos castaños. Aunque tenían la misma estatura y las mismas curiosidades sobre todo lo que les rodeaba.
Las chicas crecieron como verdaderas y odiosas hermanas, no se dirigieron una palabra bonita en toda su vida, pero a ellas poco les importaba.
Las niñas fueron a la misma guardería, colegio y por ultimo instituto. Las dos eran bastante imaginativas le gustaba escribir y leer. También le gustaban mucho los deportes su preferido era el remo, aunque cada una competía en un club distinto.
Un día a las 3 de la tarde las chicas llegaron a sus respectivas casas saludaron a toda la familia sentada al rededor de la mesa y sus respectivas madres dijeron a la vez.
-Niña ha llegado una carta para ti.
Las dos se dirigieron a sus respectivas entradas y allí estaba un sobre con un gran sello rojo de cera como los antiguos, y escrito en pergamino amarillento, las dos lo miraron extrañadas pero lo abrieron. Tras leer por encima lo que decía se escucharon unos gritos que procedían de las respectivas niñas algo ponía en el sobre que iba mal pero ¿que sería?
Era algo que nunca imaginareis, ni en el resto de vuestras vidas...

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